Real Fundación de Toledo
Roca Tarpeya

La Real Fundación de Toledo ofrece la posibilidad de utilizar sus espacios en Roca Tarpeya para celebrar pequeños congresos, reuniones, jornadas de trabajo, cursos, presentaciones, etc. Conjunto de 300 m2, con accesos independientes y jardines con espectaculares vistas sobre el río Tajo y los Cigarrales.

Dispone de un Salón de Actos con capacidad para 100 personas. Equipado con traducción simultánea, megafonía, grabación, vídeo proyección, conexiones informáticas y telefonía, y una pantalla de 9 metros.


Ciudad de Toledo

Cristianos, musulmanes y judíos. Seguidores de las tres religiones han convivido durante siglos y dejado huella en Toledo, una de las más interesantes y sorprendentes ciudades de España en la que es posible ver, en cuestión de pocos metros, una catedral gótica, una mezquita del siglo X y dos sinagogas.

Un lugar que llegó a ser Ciudad Imperial y cuya belleza supo reflejar El Greco en sus pinturas. Una ciudad de la que el viajero no se puede ir sin asomarse a sus miradores, subir a su Alcázar, perderse por sus callejuelas o ver un atardecer desde los Puentes de Alcántara o San Martín. A menos de 80 kilómetros de Madrid, merece la pena dedicarle más de una jornada para ver la ciudad iluminada por la noche y conocerla en profundidad.

Uno de los mayores patrimonios monumentales de Europa

Tras cruzar puertas como las de Bisagra, la de Cambrón o la del Sol que hoy permanecen abiertas para el viajero, comienza el laberinto de calles del casco antiguo de Toledo, declarado Patrimonio Mundial. Se puede comenzar el recorrido conociendo la mezquita Cristo de la Luz, que con más de 1.000 años es el monumento más antiguo de Toledo y uno de los más importantes de la arquitectura hispano-musulmana y mudéjar en España.

La siguiente parada está en las empedradas calles del antiguo Barrio Judío, una zona llena de encanto donde además esperan dos de sus protagonistas: la sinagoga de Santa María la Blanca -la más longeva de la ciudad- y la sinagoga del Tránsito, que acoge el Museo Sefardí. También por esta zona está el museo dedicado a uno de los vecinos más ilustres y queridos de Toledo, el pintor de características figuras alargadas conocido como El Greco. Su obra más famosa -”El entierro del Conde Orgaz”- está sin embargo dentro de la también cercana iglesia de Santo Tomé.

Del legado cristiano, destaca la Catedral del siglo XIII y sus vidrieras de colores, uno de los puntos fuertes de la ciudad. Tampoco se quedan atrás el Monasterio de San Juan de los Reyes -que se edificó para honrar a los Reyes Católicos- ni el Alcázar, que imponente domina toda la ciudad.

Miradores, visitas guiadas y la versión más moderna de Toledo

Más allá de la “ruta clásica” por la ciudad, Toledo tiene mil cosas para hacer. A su increíble Mirador del Valle -al otro lado del río y desde donde seguramente se obtienen las mejores vistas de la ciudad- se unen otros como el de la Torre de la iglesia de los Jesuítas.

Para empaparse de su ambiente animado, nada como pasar por rincones como la plaza de Zocodover. Y a la hora de desayunar, comer o tomar algo… Toledo lleva ya años innovando y ofreciendo propuestas alternativas. Siempre están los clásicos gastronómicos como las migas, las carcamusas, el cochifrito o los mazapanes; pero también da gusto adentrarse en el vanguardista Mercado de San Agustín o en los nuevos gastrobares y pedir desde croquetas de ciervo hasta platos vegetarianos o nuevas cervezas locales artesanas. Algo parecido pasa con las compras, pues a las tradicionales tiendas de espadas y damasquinado, se unen otras, por ejemplo, de moda vintage.

Los más activos pueden incluso “volar” sobre el río Tajo en una de las tirolinas más largas de Europa o animarse a caminar por una Senda Ecológica que sigue el curso del río. Por la noche, es toda una experiencia unirse a una visita guiada sobre las leyendas y misterios de Toledo.